"Ya el título mismo es una incitación, incitación que se repite en los trece apartados que, a modo de breves capítulos, componen el libro. En efecto, cada uno de ellos comienza con una pregunta que los dos protagonistas se hacen. En las respuestas, echan la vista atrás para recordar momentos concretos de la larga trayectoria de la pareja que, ahora, ya ancianos, siguen haciendo juntos.

El recuerdo del largo viaje es un recorrido que ellos acertaron a trasformar en gran aventura, impulsada por la valentía, la fuerza y la ilusión; por la decisión inquebrantable de continuar el camino, la vista puesta siempre en el horizonte. Y, en el recorrido, los encuentros imprevistos, los personajes inesperados, la aceptación gustosa de todo aquello que les sale al paso. Por estas páginas pasan los momentos cargados de emoción, no necesariamente de hechos trascendentales en sí, sino las pequeñas cosas que les ofrece la vida y que ellos aprenden a disfrutar: ver caer la lluvia, escuchar el sonido de las hojas -oler, ver, sentir, vivir...-, momentos que se convierten en únicos gracias a su actitud ante la vida.

Tienen cabida, también, otros sucesos menos agradables a la vuelta de inesperadas esquinas, y la forma en la que les hicieron frente y pudieron continuar la marcha. Y, al constatar que la aventura va concluyendo, la satisfacción de haberla hecho sin miedo y el orgullo de haber vencido cada reto.

Una doble línea de ilustraciones acompaña al texto; la primera presenta a los protagonistas, ya mayores, en el momento en que recuerdan; la otra, a todo color y a toda página, dibuja los sucesos que van rememorando. Palabras e imágenes se ensamblan a la perfección para contar el espíritu de libertad y la emoción vividos, la mirada limpia y sencilla sobre las cosas, las personas y el mundo. Un canto a la vida en un álbum para niños y para mayores.