Hace mucho tiempo, cuando era niño, el protagonista de esta historia tenía pájaros: jilgueros, palomas, polluelos de perdices y de cernícalos, una urraca en el patio y un búho que le regalaron los pastores. Pero él quería tener una cigüeña. Con los pastores transhumantes llegó aquel invierno a los campos de Calatrava una niña. No tardaron en llegar también las cigüeñas. Esa niña le fascinaba más que todos sus pájaros. Ella era libre, huraña, a veces fea y otras, hermosa. Su amistad transformó la forma de ver su mundo. Los pájaros, los campos y aquella niña ya nunca serían lo mismo en su memoria.
"Mónica Rodríguez es, sin duda, una de las escritoras más brillantes de su generación. Cada nueva propuesta es garantía de sensibilidad, elegancia y buen gusto, destacando especialmente su narrativa cuando el relato se enmarca en la relación de un protagonista con la naturaleza o en el medio rural, como es el caso. Podríamos decir que hay trazas de Delibes o Coetzee, en
Infancia, pero Rodríguez hace años que tiene voz propia y reconocible con una capacidad innata para sublimar los sentimientos de los sencillos personajes que pueblan su literatura..."
(Canal Lector).
"... El hálito poético que recorre sus breves capítulos y la sorprendente irrupción de lo maravilloso hacen de la lectura de esta obra una experiencia enriquecedora".
(Jurado del
Premio de la Fundación Cuatrogatos 2024).