Gonzalo Moure ha ganado el PREMIO CERVANTES CHICO 2017, un reconocimiento que otorga el Ayuntamiento de Alcalá de Henares. El jurado concede este premio, sin dotación económica pero con reconocido prestigio literario en el campo de la Literatura Infantil y Juvenil, a Gonzalo Moure "por la extraordinaria calidad literaria del conjunto de su obra y por su amplia trayectoria profesional", así como por "su variada capacidad creadora en la temática de sus escritos y su importante labor de fomento de la lectura".
Gonzalo Moure (Valencia, 1951) ha sido periodista y escribe para niños y jóvenes desde hace veintiocho años. Dice que no escribe para niños, sino sobre niños, porque son ellos los que le hacen preguntarse cosas para las que aún no tiene respuesta. Autor de más de cuarenta libros, ha sido Premio Barco de Vapor, Gran Angular, Primavera, Ala Delta, dos veces premio Jaén y cuenta ya con numerosas traducciones en todo el mundo. Coautor de la pelicula "Leyuad", cree que el cine es, como la imagen del ilustrador, otra forma de literatura,
A la larga lista de títulos publicados en diferentes sellos editoriales, se suma ahora un nuevo libro en
Lóguez, que estará disponible en septiembre:
Silbo del dromedario que nunca muere, ilustrado por
Juan Hernaz, donde los versos de Miguel Hernández y la prosa poética de Gonzalo Moure se entrelazan.
En el
Silbo del dromedario que nunca muere, Gonzalo nos habla de un tiempo indefinido, en el que una familia nómada pasa sus días en el desierto del Sáhara Occidental, con sus rebaños de camellos y cabras. Su protagonista, Kinti, el niño pastor, encuentra bajo una acacia, junto al esqueleto blanco de un dromedario, una bolsa de cuero. Y en ella, con una honda, un Corán muy gastado y una antología de versos de Miguel Hernández. Y de ese hallazgo mana una nueva vida para Kinti, porque se enamora de las palabras, incluso de las que desconoce, deslumbrado por su sonoridad. Es su abuelo, conocedor de la lengua española, el que las va desanudando para Kinti, que las lanza al aire del desierto como piedras que salen de su honda.
"La poesía nace de la tierra, de la necesidad de nombrar las cosas, de hacer magia con las palabras" (Gonzalo Moure).
¡Enhorabuena, Gonzalo!